Se dice que las corbatas experimentan su gran auge internacional en Italia y que es a este país al que deben su origen. No en vano son las firmas italianas las que copan el mercado de estos complementos. Pero, como ocurre con tantas otras piezas de ropa, las corbatas en realidad no nacieron en Italia. ¿Sorprendidos? Bien, pues veamos de dónde proceden las corbatas, un complemento tradicionalmente asociado a la bota de Europa pero que, en justicia, deben su paternidad a otros lares y a unos hechos históricos concretos.

Las corbatas deben su origen a los mercenarios croatas del siglo XVII

Su nombre actual, ‘corbata’, deriva del italiano corvatta o cravatta, términos usados para designar a los mercenarios croatas que se incorporaron masivamente al ejército francés a mediados del siglo XVII, caracterizados por usar pañuelos de colores atados alrededor del cuello. Los franceses acuñaron el nombre en italiano por ser éste un idioma más cercano al francés y que, a la vez, mantenía la necesaria connotación extranjera para designar a tan exótica prenda. El término original en croata, hrvatska, les era mucho más incómodo y difícil de pronunciar.

Durante el siglo XVIII la corvatta traspasó las fronteras europeas, conservando su etimología italiana y haciendo honor a su primera divulgación, eminentemente franco-croata, desembarcando en las costas norteamericanas durante la guerra que los colonos de origen británico, con la ayuda de Francia, mantuvieron contra los ingleses.

Así pues, como vemos, el origen de la corbata poco tiene que ver con Italia. Pero, para ser fieles a la historia y hacer honor a la verdad, debemos decir que a partir del siglo XVIII y sobretodo a principios del siglo XIX, con el nuevo espíritu revolucionario sacudiendo toda Europa, la corvatta se puso de moda como símbolo distintivo de los partidarios de la revolución, que la usaban mayoritariamente con tonos oscuros.

La corbata, un compleneto de moda gracias a Garibaldi

Y no es ningún secreto que uno de los lugares donde las nuevas ideas liberales hallaron una mayor acogida fue en Italia, introducidas a través del Piamonte. Estas ideas corrieron como la pólvora por todo el territorio italiano acompañadas de una estética propia y característica que, obviamente, incluía el uso de la corbata. Todos sabemos la repercusión que tuvo este hecho en la historia moderna de Italia y no es extraño que, gracias a revolucionarios como Garibaldi, el uso de corbata se extendiera por toda Europa. Así, no es extraño que su origen se atribuya a los italianos aunque, como hemos visto, no sean sus verdaderos artífices.

Los hombres de corbata blanca, partidarios del Antiguo Régimen durante los siglos XVIII y XIX

Para ese entonces los liberales, que conservaban los tonos oscuros en sus corvatti, no eran los únicos que vestían corbatas alrededor del cuello. Los partidarios del Antiguo Régimen también ostentaban corvatti bianchi, que se convirtieron en el signo distintivo de los tradicionalistas.

Así, la corbata había conseguido su internacionalización de un modo casi casual, debido absolutamente a las tendencias de la moda más en boga del momento. Desde entonces, el uso de corbata, ya generalizado, perduraría hasta nuestros días aunque, claro está, su uso hoy sea muy distinto del de hace casi 500 años.

Este artículo tiene 2 comentarios

  1. Ana Responder

    El tipo de corbata que se usa depende mucho también de la fisonomía de la persona…interesante artículo

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