Vestir sexy no debería estar reñido con el dinero, de hecho, ser sexy es una actitud, una actitud ante la vida que reflejamos no solo a través de la ropa, también de gestos, miradas y actuaciones. Por eso mismo, si quieres lucir la mejor ropa sexy pero ante todo barata, sigue nuestros pequeños consejos y triunfarás.
Empezaremos por dentro. Para poder lucir con acierto y seguridad ropa sexy es importante tener una buena actitud ante la vida, ser positivas y lo que es más importante, sentirse guapa. No somos modelos, ni pretendemos serlo, por eso mismo, debemos estar cómodas con nuestro físico y potenciar nuestra personalidad. Ser sexy es cuestión de creérselo y en ello nada tienen que ver las medidas prestablecidas ni los cánones de belleza. Si quieres ser sexy, debes creértelo, pisar fuerte e ir con seguridad.
La actitud es esencial, quizá la parte más importante pero no la única. La lencería también cobra un papel fundamental. No es lo mismo ir con un conjunto viejo, nada actual y que ni siquiera nos guste, que apostar por un bello sujetador de encaje y culotte, que saque lo mejor de nuestra figura y que nos haga sentirnos sensuales. En estas ocasiones apuesta por el negro, sin duda, el color más sexy de todos, aunque no es el único, también puedes apostar por tú color preferido, con el que te sientas más identificada.
Cuando la actitud y la lencería son ya un hecho, llega el momento de elegir la ropa sexy que nos haga potenciar todo lo que llevamos dentro. Se puede ser sensual sin un gran escote e incluso insinuar más con una sutil trasparencia. Todo depende de nuestros gustos personales y de lucirlo en el momento adecuado. Unos preciosos y altos tacones pueden ser sexys, e incluso un vestido de gasa o una mini falda. Si quieres ir sobre seguro, apuesta por la ropa más sexy, te aconsejamos taconazos de vértigo, mini shorts en polipiel negros y blusa trasparente. Un buen maquillaje con el rojo de labios como protagonista y el pelo recogido de la cara serán los detalles determinantes para tu look sexy.
