Las corbatas son algo más que bellos complementos de moda. Se han escrito ríos de tinta y cantidades ingentes de bits hablando del papel que juegan en la psicología de la comunicación, por lo que no es casualidad que comunicadores de todo el mundo dediquen una atención especial a sus corbatas.

La corbata, por su naturaleza, destaca por encima de otras prendas y complementos, y a simple vista dice mucho de quien la viste. Queramos o no, de un modo más o menos consciente nos hacemos una primera idea de quién tenemos delante con sólo ver qué corbata lleva, cómo se combina con el resto de la ropa, el material con el que está confeccionada, cómo está anudada y, sobretodo, su color.

El color de la corbata dice mucho de quien la viste

Si bien es cierto que nunca debemos quedarnos con la imagen superficial de las personas, también sabemos la importancia que tiene causar una buena impresión desde el primer momento: no lo olvidemos, la primera imagen es la que cuenta o, al menos, es la que influye de un modo más poderoso sobre el tipo de relación que se establecerá tras el primer contacto. Por eso merece la pena que lo tengamos en cuenta y que dediquemos un poco de atención a ver, en este caso, qué papel juegan los distintos colores de corbata en la psicología de la comunicación.

Claro está que son muy pocas las corbatas que poseen un único color y que abundan los estampados y las combinaciones cromáticas de los tipos más diversos. Pero hasta en las piezas con más colorido podemos distinguir la predominancia de un color sobre los demás; ahí vamos a centrar nuestra atención, en ese color predominante que dice, callando, tantas cosas sobre nosotros.

Los colores de las corbatas ayudan a fijar los términos no escritos de cualquier relación

Además de interesante, conocer el tema nos servirá para tener en cuenta la importancia de elegir el color adecuado para cada situación, un hecho que nos puede ayudar (y mucho, creedme) a conseguir nuestros propósitos. No se trata de un truco de magia ni de lograr que nadie se rinda a nuestros pies por haber acertado con el color de una corbata. No, nada de eso. Pero es un factor que ayuda enormemente a establecer a nuestro favor los términos no escritos de cualquier relación, pública o privada, que se establezca por primera vez o que pretenda consolidarse entre nosotros y nuestros interlocutores.

Algunos colores nos ayudarán a transmitir seguridad y firmeza; otros, pasión y fuerza. Los colores dicen de nosotros si somos arrojados o precavidos, impetuosos o reservados, enérgicos o conservadores… y aunque muchas veces mientan, eso es lo que transmiten. En resumen, en los colores reside una clave psicológica de la comunicación que, pese a tener una importancia crucial, no siempre sabemos jugarla a nuestro favor. Pero todo tiene arreglo y espero que este post contribuya un poco a ello.

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