Seguimos con los artículos dedicados a la importancia del color de las corbatas y a su rol en la comunicación no verbal. Con lo que tenemos hasta ahora creo que podremos orientar un poco mejor la elección de la corbata que queramos lucir en cada ocasión, pero aún nos queda algo de camino por recorrer.

El carácter y la personalidad de la corbata roja

Hablemos en primer lugar del rojo. Algunos lo echabais de menos en el post anterior, dedicado al negro y al azul, y no es para menos: sobretodo en los últimos tiempos, el rojo ha ganado presencia en ambientes considerados clásicos y conservadores, en contextos de la mayor formalidad a la vez que ha conservado su lugar tradicional en la moda juvenil y en tendencias de un aire más despreocupado e informal. Por una parte, esto representa una ventaja y un punto a favor del rojo; por otra, debemos ser extremadamente cautos ya que un mal uso de una corbata roja puede resultar catastrófico, haciéndonos parecer todo lo contrario a lo deseado.

En corbatas anchas con nudos clásicos, el rojo es ideal para transmitir fuerza y seguridad, confianza, actitud firme pero abierta a nuevas propuestas y pasión por el trabajo desempeñado. Estas facultades se entenderán de un modo más conservador cuanto más oscuro sea el tono de rojo utilizado. En cambio, el rojo pasión en corbatas finas, con nudos sofisticados pero no muy barrocos transmite la fuerza y el ímpetu más juveniles, arroja ardor, erotismo y sexualidad a raudales. Irradia una mezcla de seguridad en uno mismo, firmeza de convicciones y pasión desenfrenada, espíritu libre, ardiente, pasional y aventurero al mismo tiempo, algo tradicionalmente inaceptable en atmósferas como, por ejemplo, las finanzas o la política de altos vuelos, dos de los ámbitos en los que las corbatas rojas se han puesto más de moda en los últimos tiempos. Así pues, ¡mucho ojo con el rojo!

Las corbatas blancas vuelven a estar de moda

Y ahora le llega el turno al blanco. Ya le hemos dedicado algo de atención en post anteriores, pero merece que volvamos sobre él para recordar lo más básico sobre las corbatas de este color. Durante años, el blanco se ha relegado a papeles secundarios por tratarse de un color que, para muchos, es extremadamente neutro, insípido, ausente de carácter y excesivamente juvenil o hasta infantil. Otro motivo de su ostracismo fue el uso que hicieron los gánster de los años de la ley seca en los Estados Unidos de las corbatas blancas, quedando asociadas también a una atmósfera criminal durante décadas.

Por suerte el blanco ha experimentado últimamente una justa recuperación por parte de diseñadores y fabricantes, que lo han situado de nuevo entre los puestos de las primeras preferencias en lo que a corbatas se refiere. No obstante, debemos tener muy presente cuáles son las preferencias de este color: el blanco ama, con una pasión desenfrenada, a las corbatas finas y los nudos estrechos.

LA corbata roja combina muy bien con una camisa de cuadros

Las corbatas rojas y las corbatas blancas son dos ejemplos claros de la fuerza y la potencia de las tendencias: un día estás olvidado y, al otro, despiertas en la cúspide de la moda. ¿Caprichos del mercado? Posiblemente sea así y que dentro de unos años asistamos de nuevo al retroceso de las corbatas de estos colores. Pero mientras esto no suceda, el rojo y el blanco son colores que debemos tener muy en cuenta a la hora de elegir una corbata.

Deja un comentario

Al hacer clic en el botón estás aceptando las condiciones de uso de MuchaMásModa.com.